El impacto de la inteligencia artificial en el desarrollo económico y la productividad

Por: Arturo Fernández
En un mundo cada vez más interconectado y competitivo, la inteligencia artificial (IA) está emergiendo como una de las herramientas más poderosas. La IA implica un cambio radical en la forma en que las sociedades producen, innovan y se desarrollan. En México, la implementación efectiva de esta tecnología puede jugar un papel clave en el crecimiento económico y en el fortalecimiento de la competitividad global del país. Sin embargo, como en todo proceso de transformación, también trae consigo desafíos y preguntas complejas.
El impacto en el desarrollo económico de la IA podría ser tan grande como el que tuvimos con la Revolución Industrial o la globalización de los últimos años. La IA tiene el potencial de mejorar la eficiencia de la producción, reducir los costos operativos y permitir la creación de nuevos productos y servicios.
En sectores estratégicos como la manufactura, el uso de la IA para mejorar la logística y los procesos de fabricación pueden posicionar a México como un jugador más competitivo. Esto podría ser especialmente relevante ahora que las empresas están buscando acercar sus operaciones a Norteamérica debido a la inestabilidad geopolítica y los costos logísticos. México tiene la oportunidad de aprovechar esta tendencia, implementando IA para optimizar la producción y mejorar la competitividad frente a mercados como el asiático.
Uno de los mayores beneficios de la IA es su capacidad para aumentar la productividad de los empleados. Las tareas repetitivas y que consumen mucho tiempo, pueden ser asumidas por sistemas de inteligencia artificial. Esto libera a los empleados para centrarse en otras actividades.
En este sentido, la IA puede ser vista como una herramienta para potenciar el trabajo. Un empleado que usa la IA puede ser mucho más productivo y eficiente que uno que no tiene acceso a estas herramientas. En sectores como el de la salud, la educación, la manufactura avanzada y la tecnología, la IA ya está demostrando cómo se puede transformar la manera en que los empleados realizan su trabajo y, por ende, los resultados de las empresas.
Una palabra clave que seguimos observando en este dialogo es la “productividad”. La productividad no es mas que el valor monetario promedio de la hora trabajada. En México estamos en alrededor de $40 dlls/hr, mientras en que USA están en alrededor de $110 dlls/hr.
Las reformas laborales en México van orientadas a mejorar las condiciones de trabajo, pero también tienen un efecto adverso sobre la productividad. Propuestas como la reducción de la jornada semanal de 48 a 40 horas implicaría una reducción de la productividad del orden del 20%. La inteligencia artificial podría ser la respuesta para compensar estos aumentos.
Al automatizar procesos, la IA no solo mejora la productividad, sino que también puede reducir la dependencia de la mano de obra intensiva, lo que permite a las empresas hacer más con menos, incluso cuando los costos laborales aumentan. Por ejemplo, un proceso que antes requería la intervención de varios operarios puede ser automatizado con IA, lo que significa que las empresas pueden mantener su rentabilidad incluso en un escenario de aumento de salarios.
Además, con la implementación de la IA, México puede convertirse en un referente regional en la adopción de tecnologías avanzadas. Este sería un factor clave para atraer más inversiones extranjeras, especialmente en sectores como la manufactura avanzada, la tecnología y los servicios financieros.
Es importante observar que la llegada de la IA no afectará de la misma manera a todas las actividades laborales. Algunos sectores no están expuestos a la automatización, mientras que otros se verán transformados de formas que aún no podemos prever completamente, un 14% se verán complementados y potencializados, y un pequeño porcentaje será automatizado y reemplazado.
Aunque México tiene un gran potencial, la implementación de la inteligencia artificial es todavía limitada en muchas industrias. La diferencia en la adopción de tecnología entre México y países como Estados Unidos, Canadá o Alemania es una de las razones por las cuales nuestra productividad sigue siendo más baja y la brecha se sigue ampliando.
Si México quiere cerrar esta brecha, es crucial que adoptemos la IA de manera más acelerada. Las empresas mexicanas, tanto grandes como pequeñas, deben ser apoyadas en su transición hacia la automatización y la digitalización. Invertir en educación tecnológica, mejorar la infraestructura digital y fomentar la colaboración público-privada son pasos fundamentales para lograrlo. De lo contrario, la brecha de productividad podría aumentar aún más, lo que afectaría nuestra competitividad en la economía global.
La IA no es una moda pasajera, es el futuro de la economía global. En México, su adopción adecuada puede ser un motor fundamental para el crecimiento, la productividad y la competitividad. Pero para lograrlo, necesitamos una visión clara, inversión en talento y la capacidad para adaptarnos a los cambios rápidos que se nos vienen. Si lo hacemos bien, México no solo cerrará la brecha de productividad con los países más desarrollados, sino que también se posicionará como un líder en la región en la adopción de tecnologías avanzadas.
El autor es Presidente de Sonora Global, Vicepresidente de la Comisión de Coparmex Nacional y Coordinador de la Mesa de Desarrollo Económico de HCV.
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