Gobernanza del agua y futbol: una caricatura
A la selección mexicana de futbol le cuesta jugar en equipo. Es más evidente en los mundiales, donde cada cuatro años vemos destellos individuales que nos dan esperanza de triunfo, pero al final el sistema colectivo nos derrota. Esto también lo podemos ver en la calle, en la política, en nuestras decisiones. Corremos, luchamos, nos esforzamos, pero no jugamos para el equipo, sino para nosotros mismos. El sistema parece premiar a los que buscan su bienestar individual y no el de la comunidad, como aficionados premiamos a los futbolistas que anotan el gol, pero no vemos el sacrificio del equipo para hacerle llegar el balón, con ventaja, al delantero.