Trayectoria y desafíos de mejora regulatoria en México
Por: Pablo Wong-González
La política regulatoria, considerada una disciplina relativamente nueva, emergió y se desarrolló como un factor clave de la reforma del sector público en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) desde hace casi tres décadas. El objetivo de la política regulatoria es asegurar que las regulaciones sean de interés público, que estén justificadas, que sus beneficios sean mayores a los costos que implican y que cumplan con su objetivo de política pública de manera efectiva y eficiente.
El surgimiento de la política regulatoria se dio originalmente en respuesta al cambio de las poíticas públicas y, sobre todo, los ajustes en los objetivos económicos en los países miembros. En sus inicios en las décadas de los 1970 y 1980, las acciones regulatorias comenzaron conceptualizándose como una noción restringida de desregulación. Sin embargo, en los años siguientes su significado y alcance presentó cambios sustantivos.
Así, el concepto de desregulación se transformó para convertirse en reforma regulatoria, después en gestión de la regulación y, posteriormente, en política regulatoria. De acuerdo a la OCDE, en los países que actualmente muestran mayor avance en el tema, el concepto de política regulatoria está evolucionando hacia uno de gobernanza regulatoria. La Gobernanza Regulatoria corresponde a un enfoque integral en el desarrollo e implementación de políticas, instituciones y herramientas regulatorias, así como de la participación de la sociedad en la creación y revisión de las regulaciones.
En México, las acciones pioneras en materia regulatoria datan de 1989 con la creación de la Unidad de Desregulación Económica (UDE) dentro de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI), hoy Secretaría de Economía, del gobierno federal. La UDE tuvo a su cargo la simplificación de procedimientos administrativos y la revisión regulatoria de sectores con el fin de modificar, fusionar y/o eliminar normas con impactos negativos en la economía, alentando así el desarrollo eficiente de la actividad económica y favorecer la generación de nuevos empleos. La inclusión y expansión de reformas regulatorias en México deriva de un proceso más amplio de transformación de una economía de crecimiento hacia adentro hacia una de apertura y economía de mercado.
Considerando la experiencia internacional, en el año 2000 la UDE se transforma en la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (COFEMER), como Órgano Desconcentrado de la Secretaría de Economía, dotando a esta institución de atribuciones para institucionalizar la política de mejora regulatoria en el gobierno federal. Con la creación de la COFEMER, México fue el primer país de América Latina en contar con una institución de estas características para supervisar la regulación. En un contexto de reformas económicas orientadas a promover el crecimiento económico y la competitividad, la creación de esta Comisión tuvo por objetivo reducir la carga burocrática del Estado sobre ciudadanos y empresas.
La creación de COFEMER fue seguida por distintas reformas. La más relevante fue la reforma constitucional de 2016 que estableció a la mejora regulatoria como una política de Estado y la aprobación de la Ley General de Mejora Regulatoria (LGMR) de 2018, que creó el Sistema Nacional de Mejora Regulatoria y a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER, antes COFEMER). Con la Ley General se crea el marco institucional para instaurar una gobernanza regulatoria en el Estado mexicano que garantice el funcionamiento eficiente, transparente e incluyente de todas sus entidades en sus diferentes poderes y órdenes de gobierno.
Adicionalmente, el 30 de noviembre de 2018 se firmó el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), aprobado el 19 de junio del 2019 por el Senado de la República. En el capítulo 28: Buenas Prácticas Regulatorias, El T-MEC destaca el impacto de la implementación de todas las prácticas gubernamentales para promover la calidad regulatoria en el comercio y la inversión, estableciendo compromisos internacionales en mejora regulatoria.
En esta trayectoria, el papel e impacto de la CONAMER ha sido reconocido por diversas organizaciones internacionales, como la OCDE y el Banco de Desarrollo de América Latina. Esta última señala que desde su creación, la CONAMER logró reducir los costos relativos a cargas burocráticas, del 5.8% al 2.4% del PIB, instalar la mejora regulatoria en sus 32 entidades federativas y extender dichas mejoras a los otros poderes del Estado.
En términos de desafíos, si bien México ha mostrado avances sustantivos de mejora regulatoria, aún existen amplias áreas de oportunidad para consolidar las políticas, instituciones y herramientas en la materia. En ese sentido, la OCDE recomienda que con el fin de realzar la contribución de la Evaluación del Impacto Regulatorio y la participación de agentes de interés en la calidad regulatoria y bienestar, México debería llevar a cabo evaluaciones más sofisticadas y más independientes, de su implementación y eficacia; esto debido a que la CONAMER, aunque posee autonomía técnica y operativa, permanece subordinada jerárquicamente a la Secretaría de Economía.
Asimismo, es crítico fortalecer la institucionalidad de la mejora regulatoria en estados y municipios, impulsar una gobernanza regulatoria multi-nivel, abarcar todas las etapas del ciclo de gobernanza y facilitar la rendición de cuentas,ofreciendo a la ciudadanía acceso a la información sobre los avances y logros de la mejora regulatoria. Finalmente, como sugiere la OCDE, las crisis globales y los complejos problemas de política están forzando a los gobiernos a considerar mejores vías de regulación; la innovación tecnológica es un importante eje impulsor en esta agenda. En este camino, los gobiernos necesitan (re)construir la confianza con la sociedad sobre las bondades de las prácticas regulatorias.
El autor es Profesor-Investigador Titular de la Coordinación de Desarrollo Regional del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) e integrante de la Red HCV.
Las opiniones expresadas en los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores y no reflejan necesariamente el punto de vista de Hermosillo ¿Cómo Vamos?. Valoramos la diversidad de perspectivas y fomentamos el diálogo abierto en nuestra plataforma para enriquecer el debate público.