La nueva Ley General de Movilidad y Seguridad Vial y la discapacidad en México, un reto que debemos afrontar.

Por: Jorge Güereca Ilmar

En México según el conteo del INEGI publicado el 30 de enero del 2021 hay aproximadamente 21 millones de personas con alguna discapacidad, limitación en la actividad cotidiana o con alguna condición mental.  Mientras que, en Sonora, de acuerdo al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia 2020 (DIF)², se estima lo siguiente: Hay una población de alrededor de 45 mil 945 personas que cuentan con algún tipo de discapacidad, de los cuales 26 mil 980 hombres y 18 mil 965 son mujeres.

En diciembre del año 2021 el Senado de la República Mexicana aprobó la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial de México, esta marca un gran paso en los esfuerzos para reducir las altas cifras de muertes ocasionadas por accidentes viales y viene a impulsar el acceso equitativo y sostenible a los servicios de TRANSPORTE PARA TODOS.  Esta ley viene a consagrar un enfoque integrado de sistemas seguros que reconoce a la seguridad vial como clave para salvar vidas y cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de México.

Es muy importante mencionar que la nueva Ley General de Movilidad y Seguridad Vial hace un llamado al establecimiento del enfoque de “Sistemas Seguros” que está alineado con el Plan Mundial para el Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030.

La Ley aclara las funciones y responsabilidades y hace un llamado a la creación de una base de datos unificada para licencias, placas y multas. Incorpora la mayoría de las recomendaciones de la OPS/OMS para promover el uso seguro de dispositivos como cascos, cinturones de seguridad y sistemas de retención infantil y para reducir la exposición de los usuarios a factores de riesgo como el exceso de velocidad, el uso de teléfonos móviles mientras se conduce y la conducción bajo los efectos del alcohol. Fuente: Organización Panamericana de la Salud.

Palabras más, palabras menos, el punto es que cómo tal, todos los estados están obligados a homologar su normatividad con esta nueva Ley General de Movilidad y Seguridad Vial.

En Sonora los meses han pasado y nada ha cambiado, nada ha sucedido, por parte de quienes son los responsables y/o los obligados a lo que estipula la ley federal, se han hecho intentos, reuniones o simulacros para “cumplir” con el parlamento abierto, pero si bien es cierto a estos intentos les ha faltado una verdadera participación de la sociedad civil organizada conocedora del tema.

Si bien es cierto, en México existe una deuda histórica que se tiene con quienes viven con alguna discapacidad o movilidad reducida. Podríamos mencionar primero que para que este segmento poblacional tenga una movilidad segura habría que cambiar o mejorar algunas condiciones como lo son, quitarles los privilegios a los automóviles o bien invertir la pirámide donde actualmente el vehículo de propulsión mecánica es lo más importante y el peatón o ciclista es lo menos importante.

Para mencionar un solo ejemplo, en la actualidad si un transeúnte es atropellado por ir caminando por la calle porque NO HAY BANQUETA, es responsable de causar un accidente automovilístico y está obligado a reparar los daños causados. Pero si analizamos la situación, el transeúnte NO TENÍA opción de caminar o rodar por una banqueta ya que en el mejor de los casos NO hay accesibilidad para que una persona en silla de ruedas pueda transitar, o no hay rampas en las esquinas con la pendiente debida para poder subir la carriola con el bebe de la madre que por ahí camina o del adulto mayor que anda en su andadera con pequeños pasos y poca fuerza en las piernas para subir y bajar banquetas o sorteando cocheras que se adjudican la banqueta porque su vehículo no cabe.

En resumen el estado no proporciona los medios para que tengamos como se dice “piso parejo” entonces esta nueva Ley General de Movilidad y Seguridad Vial precisamente viene a ayudarnos a ir remediando poco a poco todos esos problemas que tenemos, todas esas lagunas que existen en la normatividad existente, por ello es de vital importancia que en Sonora comencemos a trabajar de la mano sociedad civil organizada conocedora Enel tema, especialistas en accesibilidad y seguridad vial, colectivos, agrupaciones entre muchas otras, para lograr contar en este bello estado con una ley que no solo nos va beneficiar a las personas con discapacidad, a los ciclistas, adultos mayores y peatones sino que debe verse como un componente integrado de muchas otras áreas cruciales de políticas, incluida la salud infantil, la acción climática, el género, la pobreza y la equidad.

Con los sistemas de movilidad del país ahora firmemente arraigados en la seguridad, traerá una gama de beneficios más amplios para la salud y el medio ambiente, reduciendo el costo social y económico de las tragedias de seguridad vial. Debería reducir significativamente las muertes causadas en tránsito en México. Fuente: Organización Panamericana de la Salud.

El autor es Presidente de la Fundación por un Mejor Andar e Integrante de la Red HCV.

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