Debacle ecológica en Hermosillo
En los últimos días se presentaron un par de sucesos que ponen en evidencia el deterioro ecológico que enfrentamos en nuestra ciudad y la falta de un sistema institucional robusto que garantice que el desarrollo de Hermosillo puede realizarse con una visión sustentable, sensible al profundo impacto que generan nuestras actividades en el medio ambiente.
A partir de las lluvias del pasado domingo, circuló de manera viral un video de un canal ubicado al norte de la ciudad, que causa impacto por la gran cantidad de basura que arrastraba con la corriente. El segundo hecho tiene que ver con el incumplimiento del Ayuntamiento para demoler, por orden de la Profepa, una empresa en Bahía de Kino en la que su construcción irregular viola la norma, causando un impacto al ecosistema costero. Este caso ha sido ampliamente documentado por Proyecto Puente.
Es importante decirlo: Hermosillo enfrenta serios problemas ambientales que comprometen la calidad de vida de la población actual y futuras generaciones. Tal vez no se percibe la complejidad de los grandes polos urbanos del país, pero sin duda, estos retos nos obligan a pensar sobre el modelo de desarrollo que impulsamos a nivel local y la capacidad de nuestras autoridades para hacer una gestión adecuada. A continuación, se sintetizan algunos de los desafíos ambientales que enfrentamos:
Mala calidad del aire. El Ayuntamiento de Hermosillo cuenta con tres estaciones de monitoreo de la calidad del aire en operación. En los últimos tres años, el promedio anual de microgramos de partículas por metro cúbico de aire (ug/m³) supera el límite establecido por la Norma Oficial Mexicana NOM-025-SSA1, que determina los valores permisibles para la concentración de partículas en el aire. Mientras que el límite permisible establecido por la norma es de 40 ug/m³, la estación de medición ubicada al sur poniente de la ciudad (Villa Bonita) muestra valores por encima de 70 ug/m³.
Nulo aprovechamiento de aguas residuales. La Planta Tratadora de Aguas Residuales era una asignatura pendiente a nivel municipal. Si bien, los ciudadanos resentimos los efectos de su entrada en operación en nuestro recibo de agua, dicha infraestructura nos permitió pasar de 8 millones de m de agua tratada en 2016 a 80 millones de m³ en 2018. ¿Cuál es el problema? Sólo se reutilizan 6.6 millones de m³. No contamos con la infraestructura (pipas o tuberías) para la distribución del agua tratada.
Déficit en metros cuadrados de áreas verdes por persona. En Hermosillo contamos con 4.3 metros cuadrados (m²) de áreas verde por persona. Se trata de un problema generalizado en las ciudades del país, en donde pocas urbes (ejemplo: Ciudad de México, Saltillo) superan los 5 m² por habitante. Especialistas regularmente hacen referencia a la Organización Mundial de la Salud que establece un estándar mínimo recomendable entre 9 y 11 m² de áreas verdes por persona, las cuales contribuyen al esparcimiento, convivencia y desarrollo de los habitantes de una ciudad[1].
Generación de basura. Según la Dirección General de Servicios Públicos Municipales, en 2017 se recolectaron más de 196 mil toneladas de basura. Esto es más de 200 kilos de basura por persona al año, en una ciudad que sólo cuenta con un relleno sanitario para la zona urbana y con una baja propensión al reciclaje.
No podemos evadir la responsabilidad que tiene sector público en esta materia. Requerimos de instituciones sólidas, que regulen y limiten aquellas actividades, económicas y sociales, que contribuyan al deterioro ambiental. Sin un marco institucional que penalice cualquier actividad fuera de la norma, se promueve la conducta oportunista de los agentes sociales en detrimento del medio ambiente. En Hermosillo es común escuchar de empresas que contaminan por sus actividades, así como ver día a día ciudadanos que tiran basura en las calles. Todo esto es, en gran medida, porque las instituciones responsables no castigan o penalizan dichos actos.
A pesar de lo anterior, no todo es atribuible al gobierno, los ciudadanos también tenemos una gran responsabilidad en este tema. La ONU considera tres ámbitos en los que los ciudadanos podemos cambiar nuestras prácticas y aportar con pequeñas acciones: 1) utilizando medios de transporte sustentables; 2) reutilizando y reciclando los materiales y productos que ya no usemos; y 3) ahorrando agua y energía, sobre todo en los procesos industriales.
En estos temas, la sociedad civil organizada ha levantado la mano con grandes esfuerzos que sin duda están marcando un punto de inflexión en la forma que nos relacionamos en la ciudad con el medio ambiente y de paso, ponen el ejemplo a autoridades que abordan el tema de manera transitoria y desarticulada. Es importante reconocer el esfuerzo de organizaciones como Color Tierra, Reduce tu Huella, Climate Reality, Hermosillo Ploggin, Parques de México, Wildland Network, Amigos del Centro Ecológico, entre otras. Los ciudadanos podemos aportar mucho sumándonos a las actividades que promueven estas iniciativas.
En síntesis, Hermosillo enfrenta retos medio ambientales importantes, que, de no asumirse de manera responsable y con una agenda especializada, éstos impactarán cada vez más nuestra calidad de vida. Se requiere de instituciones sólidas, funcionales, que no dejen margen a la impunidad, pero también se requiere de un cambio cultural de la ciudadanía en un sentido de corresponsabilidad entre todos los que habitamos esta ciudad.
[1] Existe amplia discusión sobre el origen y rigurosidad de la referencia.