EL AGUA EMBOTELLADA
José Luis Jardines Moreno
Existe varias tecnologías para potabilizar el agua: desde la simple cloración; la Filtración por un medio arenoso; hasta la destilación y la osmosis inversa. Cada uno de estas se utilizan de acuerdo con el tipo y caracterización del agua por potabilizar, siendo necesario en ocasiones combinar algunas de estas tecnologías; por ejemplo, la nano filtración y la cloración o la aplicación de rayos ultravioleta. La ventaja de la cloración es que deja un cloro residual que garantiza para quien la consume, la permanencia del poder germicida en el agua.
Si bien el agua que llega a los hogares normalmente es agua potable, no hay forma de garantizar que las tuberías internas, tinacos y cisternas de cada hogar mantengan un nivel de asepsia suficiente para que el agua ingresada cumpla. Esto ha creado en los usuarios una desconfianza creciente hacia el agua que les abastece el Organismo operador de los servicios, que los lleva a consumir agua embotellada, pero recuerden que en los años 50’s y60´s, tomábamos agua directamente “del tubo”, o con un cucharon de la olla de barro forrada con un guangochil, bajo la fresca sombra de algún árbol en el patio de cualquiera de las casas del barrio.
La preferencia por el agua embotellada es motivada, además de la desconfianza, por el escaso nivel de información sobre el agua de los sistemas de suministro, la proliferación de marcas, su propaganda y la facilidad de acceso a este producto por sobre el derecho al recurso y los problemas de suministro de los Organismos que suministran los servicios.
Lejos de ser un artículo eventualmente necesario o que represente un estilo de vida en mesas elegantes o moda pasajera, el agua embotellada en México que es el primer consumidor de ella en el mundo, se ha hecho un artículo de primera necesidad. Se estima el consumo anual en México en del orden de 80 garrafones por familia (1600 lts) con el agravante de las botellas en que se expende, son de peet desechable. De ellas escasamente se reciclan hoy el 21%, la mayoría van a rellenos sanitarios, contaminan parques, campo, playas, flotan en el mar y matan a la fauna marina.
El negocio estimado por especialistas en 2016 es el orden de 66,500 millones de pesos en México, donde el mayor porcentaje del mercado lo acaparan las dos mayores productoras de refresqueras y Danone, según la firma de investigación de mercados Euromonitor; el resto está en manos de pequeños y medianos purificadores locales. Ninguno de ellos, independientemente de su tamaño, tiene que preocuparse por normas, monitoreo o vigilancia de autoridad alguna. La Facultad de Medicina de Nimega. Holanda realizó un análisis a 68 muestras de aguas envasadas de otras tantas marcas de 16 países y encontró rastros de bacterias en el 37% de ellas El Instituto de Ingeniería de la UNAM realizó pruebas al agua de las marcas en el mercado, encontrando que más del 50% no cumplía con los requerimientos de salud necesarios para su consumo. ¿Habrá mejorado en estos últimos años? Usted que nos brinda la gentileza de leernos ¿Qué opina?
Ingeniero Civil por la Universidad de Sonora, con maestría en Planeación de la construcción en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, especializado en Planeación agrícola y desarrollo rural en la Universidad Hebrea. Miembro de la Red Hermosillo ¿Cómo Vamos?