Antecedentes de las Actividades físicas en el medio natural y educación ambiental del presente. ¿Educar para la vida?
Por: María Elena Chávez Valenzuela
El termino de las Actividades Físicas en el Medio Natural (AFMN) nos remonta a pensar en los orígenes de supervivencia del hombre primitivo, los cuales debían ejercitarse para sobrevivir, y esto de ejercitarse es un término contemporáneo, pues en la época del hombre primitivo permanecer inactivo no era una opción. Después de la época post industrial, la sociedad empieza a considerar que las AFMN son emergidas de ese periodo hasta la actualidad, sin embargo la historia y su evolución nos indican lo contrario, recordemos que con la llegada de la era industrial, disminuyó el esfuerzo físico del hombre, volviendo a este un ser sedentario, generaba poco gasto energético y tenía más tiempo de ocio, esto también permitió la adquisición de malos hábitos como fue el consumo de tabaco y alcohol, generando otra situación al contexto que se estaba desenvolviendo en una etapa de cierto confort. Las AFMN se volvieron necesarias desde el punto de vista de ocio, distracción o recreación, pero nunca se imaginaron que el mal uso de los espacios naturales también tendría sus consecuencias.
Por otra parte, desde la perspectiva de filósofos y pedagogos, hacemos alusión a los esfuerzos de la pedagogía de Lucio Anneo Séneca (Córdova, 4 a. C.-Roma, 65 d. C.) quien defendía que la educación tuviese un fin practico, educar para la vida, “nadie es feliz sin una mente sana, ni hay hombre sano, que juzgue como mejores las cosas que le han de dañar”. Mercurialis (1569) suscita la influencia del ejercicio físico en la salud del individuo. John Locke (1632-1704), un referente importante en la educación física, la educación para el consistía en capacitar al hombre para la vida y para las necesidades de la sociedad. Rousseau (1712-1778) hacía énfasis en que, a través de la educación física, juegos y el deporte al aire libre eran medios para mejorar la salud, la fortaleza física y mental. Los Humanistas, Erasmo, Luis Vives y Rabelais, incorporan los ejercicios físicos y los juegos al sistema educativo, pero siempre enfocados en utilizar la madre naturaleza como medio para mejorar la salud (Funollet, 1989).
Pedagogos como María Montessori, señalaba la relación que existe entre la naturaleza y los sentidos. Para terminar, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX surge la Escuela Nueva, aparecen los intelectuales J. Dewey (1859-1952), O. Decroly (1871-1932), E. Claparéde (1873-1940), A. Ferriére (1879-1960) y C. Freinet (1896-1966), quienes contribuyeron al inicio de la Pedagogía ambiental.
El surgimiento de la Educación ambiental o Pedagogía del medio ambiente como también es conocida tiene sus inicios en los años sesenta, cuando ciudadanos específicamente de EUA. se empiezan a manifestar sobre las grandes acumulaciones de deshechos, áreas naturales desprotegidas, la insensible utilización de los recursos naturales hasta agotarlos entre otros sucesos que impactaban en la salud como socialmente, es aquí donde se desarrolló el primer documento, donde un país (EUA) se compromete a impulsar la Educación Ambiental a través de la Ley Federal, The Environmental Education Act. (abril 1970).En 1997, se celebra en la ciudad griega de Tesalónica la Conferencia Internacional sobre Ambiente y Sociedad: Educación y Sensibilización para la Sostenibilidad. no se MENCIONA a la Educación Ambiental sino a la Educación para el Desarrollo Sostenible y a partir de este año se considera oficialmente la educación ambiental en muchos países, en otros, educación para el desarrollo sostenible.
Como podemos observar todos los esfuerzos que se han desarrollado en los diferentes países del mundo, todos y cada uno aceptan la problemática de la contaminación ambiental, su repercusión en la calidad de vida, en la economía, pobreza, desigualdades, etc.… la vulnerabilidad de un planeta que está siendo vorazmente devastado, las implicaciones del humano no hay quien las frene, todos apuestan por la educación, fomentarla, promoverla a todas las sociedades. Un punto relevante que puedo extraer de estos documentos es del Informe Brundtland: “En últimas el desarrollo sostenible depende de la voluntad política de cambiar”. Esto cambia cuando los ciudadanos somos participes de la solución.
Podemos intuir que los problemas tienen nombres, pero no voluntades, aun así, el proceso de la educación juega un papel fundamental en cualquier sociedad. Educar para crear conciencia, reflexión y análisis; haciéndolos participes no de los problemas políticos como fin, sino de problemas originados por las sociedades. Cada uno de nosotros dejamos una huella a través de nuestras acciones que van a favor o en contra, mientras existan seres humanos actuando sin conciencia alguna, siempre existirá el conflicto ambiental. Sin conocimiento, sin observación, no podríamos denunciar algo que ignoramos. Concluyendo debemos hacer uso consciente de los recursos, de nuestras acciones para dejar sin deudas a las siguientes generaciones, a través de una educación holística, con contenidos necesarios para la vida, contemplando los problemas como un todo integral.
La autora es Doctora en Actividades Físicas y Artísticas por la Universidad de Extremadura, España, docente de la Licenciatura en Cultura Física y Deporte de la Universidad de Sonora, cátedra de las actividades físicas y cuidado del medio ambiente.
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