La educación e innovación en México, ¿en riesgo?

Por: Sergio Tadeo Leyva Fimbres

Hoy en día se habla del “pensamiento creativo” en foros, congresos y demás eventos académicos, empresariales o gubernamentales. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), lo define como “la forma de pensar que conduce a la generación de ideas valiosas y originales”. Éste nos permite abordar problemáticas desde una manera no convencional –“pensar fuera de la caja”, dirán algunos–; este pensamiento es fundamental hoy en día para enfrentarnos a todos los problemas complejos de forma cotidiana, ya sea en nuestras familias, en la escuela, en la industria y en la sociedad. Pero, ¿por qué inicié con esto?, se preguntará estimado lector.

En diciembre de 2023 se dieron a conocer los resultados de la evaluación PISA 2022 (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, por sus siglas en inglés); un examen internacional que evalúa la capacidad de los estudiantes para aplicar sus conocimientos en diferentes contextos académicos y no académicos. Este examen busca determinar si éstos tienen habilidades analíticas y de comunicación efectivas, así como capacidad de razonamiento y de aprendizaje continuo a lo largo de su vida. Se aplica cada tres años a una muestra de estudiantes de 15 a 16 años de edad en 81 países, incluido México. En resumen, el examen busca identificar las habilidades y aptitudes necesarias para que los estudiantes puedan resolver problemas y situaciones de la vida.

Desafortunadamente, México obtuvo resultados negativos en tres grandes áreas de conocimiento: en Matemáticas, (a) el 34% de los estudiantes lograron alcanzar el Nivel 2 y, (b) casi ninguno obtuvo el Nivel 5 o 6. Esto implica que los jóvenes tienen la capacidad de interpretar y resolver un problema sin ninguna instrucción, como la conversión de divisas (Nivel 2) y no tienen la capacidad de modelar problemas complejos así como plantear las tácticas a utilizar para resolver dicho modelo (Nivel 5 o 6). El 62% de hombres y 69% de mujeres no logran alcanzar el nivel más básico de competencia.

En el área de Lectura, (a) el 53% alcanzó el Nivel 2 o superior y, (b) sólo el 1% alcanzó el Nivel 5 o superior. Esto es que los estudiantes tienen la capacidad de identificar la idea principal en una lectura corta (Nivel 2 o superior) y la capacidad de comprender párrafos extensos y establecer distinciones entre hechos y opiniones, así como generar opiniones de la misma información (Nivel 5 o superior).

En el área de Ciencias, (a) el 49% de los estudiantes alcanzaron el Nivel 2 o superior y (b) casi ninguno alcanzó el Nivel 5 o 6. Esto implica que pueden reconocer la explicación correcta de fenómenos científicos familiares, en casos sencillos, y pueden utilizar ese conocimiento para identificar una conclusión válida (Nivel 2 o superior), mientras que no pueden aplicar de forma creativa y autónoma sus conocimientos sobre la ciencia a una amplia variedad de situaciones, incluidas las desconocidas (Nivel 5 o 6).

¿Cuál es la importancia de los datos anteriores? La falta de conocimientos, habilidades y aptitudes adecuadas en la juventud mexicana implica que no estarán motivados para lograr éxitos académicos, no desarrollarán su lado socioemocional y tendrán dificultades para adaptarse a un mundo en constante cambio.

Es crucial que la Academia, la Industria, el Gobierno y la Sociedad trabajen juntos para abordar esta preocupante situación que afecta a nuestros niños y jóvenes. Ellos serán los impulsores del cambio en nuestra sociedad y en la industria en un futuro cercano. Esto se debe a que las organizaciones y sociedades en todo el mundo dependen cada vez más de la innovación y la generación de nuevo conocimiento para hacer frente a los desafíos complejos y emergentes, ya sea en el ámbito industrial, familiar o en relación al cambio climático.

En el contexto de “Nearshoring“, tanto México en general como Sonora en particular, están trabajando para ser atractivos en este aspecto. Dos aspectos fundamentales para lograrlo son la innovación y la educación. Sin embargo, los resultados obtenidos por nuestros jóvenes en el Examen PISA 2022 nos muestran que estamos lejos de alcanzar este objetivo. Esto es motivo de preocupación y debemos tomar medidas para mejorar la educación, incluyendo la implementación de nuevas estrategias STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas, por sus siglas en inglés) en las aulas y el fortalecimiento de la enseñanza de las matemáticas desde el nivel educativo básico, integrando el programa MetroMatemáticas Sonora 2050 como estrategia transversal a lo anterior, del cual ya he presentado en artículos anteriores.

Estimados lectores, cierro este artículo con una frase de un buen amigo, el Arq. Adrián Díaz Ramos, “La educación es nuestra herencia generacional para los niños y jóvenes de hoy”. Gracias.

El autor es docente adscrito al departamento Metal Mecánica del TecNM Campus Hermosillo (ITH) y miembro activo de la Red Hermosillo ¿Cómo Vamos? Correo electrónico: sergio.leyvaf@hermosillo.tecnm.mx

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