“Nearshoring” y educación superior, el tiempo corre!

Por: Sergio Tadeo Leyva Fimbres

Hoy en día escuchamos sobre “nearshoring” en los medios de comunicación, cámaras empresariales, asociaciones de profesionistas, gobierno y universidades; incluso han organizado foros y reuniones para tal fin. Este tema es de gran importancia para México y especialmente para el estado de Sonora, ya que para Estados Unidos es estratégico el diversificar geográficamente las cadenas productivas y así lograr reducir la dependencia de China. Según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), México podría ser el país más beneficiado en este tema con alrededor de 35,000 millones de dólares.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) define el término “nearshoring” como “la relocalización de las cadenas productivas desde otros lugares del mundo hacia países con una posición geográfica estratégica”.

El estado de Sonora busca ser atractivo ante este fenómeno, presentando argumentos de una industria fortalecida, una mano de obra excelente entre otros. Por ejemplo, existen más de 70 empresas instaladas tanto del sector eléctrico – electrónico como del aeroespacial, 56 minas en Sonora, más de 300 empresas del sector de Tecnologías de Información; y obviamente la cercanía con el mercado de Estados Unidos de América. La Secretaría de Educación y Cultura del Estado de Sonora nos indica que existen actualmente 287 instituciones de educación superior (IES), 113 públicas y 174 privadas.

Actualmente, estas IES apoyan de una u otra forma la atracción de empresas a Sonora; sin embargo, muchas de ellas no tienen las carreras requeridas por empresas de alta tecnología que buscan relocalizarse en Sonora. Además, bastantes de estos planes de estudio no han logrado desarrollar los conocimientos y competencias blandas en los estudiantes, demandadas por dicha industria. Sumemos a esto, que el último dato de la Secretaría de Educación Pública indica que la expectativa de vida escolar de un estudiante en Sonora es tercer semestre de carrera universitaria. Estamos ante una situación, en la cual las IES, gobierno e industria deben enfrentar de forma inmediata.

Es bien conocido que la mayor fortaleza en la industria es su capital humano; entonces, ¿cómo puede apoyar la educación superior al “nearshoring”, bajo el precepto de un alto capital humano especializado egresando de las IES? Para lograr esto, se requiere una fuerte inversión económica; pero ésta no debe de recaer solamente en el gobierno, debe de ser conjunta entre la industria, academia y gobierno.

Nos enteramos a través de los medios de comunicación y redes sociales que las IES ofertan nuevas carreras referente a semiconductores, litio y/o fortalecen sus módulos de conocimientos específicos de sus planes de estudios actuales, entre otros. La pregunta aquí es, ¿realmente existe un análisis profundo de los requerimientos de conocimientos y competencias blandas de las empresas que están “volteando” a Sonora?; los docentes, ¿realmente están conscientes de que deben ser los primeros en desarrollar las competencias blandas para después ser los emisores en sus estudiantes?; la administración de las IES, ¿están conscientes realmente que el compromiso es con sus comunidades universitarias y no con un color de partido? En fin, son demasiados cuestionamientos, pero las soluciones están en las mismas IES.

Entonces la pregunta obligatoria es ¿cómo lograr una sinergia entre las IES, la industria actual y el gobierno ante estas problemáticas y situaciones? Primero, las IES deben entender que la “unión hace la fuerza”, trabajando de forma conjunta en el desarrollo de estrategias que les permitan conocer realmente los requerimientos de las empresas de alta tecnología que están analizando una posible relocalización en Sonora, y esto debe ser en coordinación con los gobiernos en sus tres niveles. Segundo, las IES y la industria deben trabajar en vinculación con la finalidad de lograr una real educación dual en los procesos educativos, y sobre todo con las cadenas de proveeduría y las MiPyMEs, no olvidando que los docentes primero deben realizar estadías técnicas en las mismas, con el objetivo de detectar las áreas de oportunidad para el tema en cuestión. Tercero, los grupos colegiados de docentes (academia) deben generar estrategias que permitan actualizar los laboratorios, los planes de estudio, las metodologías didácticas entre otras en las IES, sin depender económicamente 100% del gobierno.

Finalmente, debemos entender que el sector educativo, en todos sus niveles, no estaba preparado para lo acontecido por efecto de la pandemia COVID-19; sin embargo, no puede existir el “nearshoring” –en mediano y largo plazo– sin el valor agregado de un esfuerzo y una inversión real en educación. El estado de Sonora tiene una gran oportunidad ante el “nearshoring” pero desgraciadamente ésta tiene fecha de caducidad.

Cierro este artículo con una frase de Malcom X, “La educación es nuestro pasaporte para el futuro, porque el mañana pertenece a la gente que se prepara para el hoy”.

El autor es Coordinador del Centro de Innovación Industrial para Sectores Estratégicos Sonora del Tecnológico Nacional de México / Instituto Tecnológico de Hermosillo (ITH) y miembro de la Red HCV.

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